La manzana, icono de la historia de Nina Ricci, aparece ahora en forma de perfume, como una fruta mágica.
En la apertura de esta fragancia floral y afrutada, un choque de vivacidad y espontaneidad con notas cítricas de limón de Caipirinha y Calabria. En la nota de corazón, una verdadera composición poética, con manzana del amor, praliné, dama de la noche y peonías. Luego, un seductor fondo con notas de madera de cedro y manzana y almizcle blanco.